ESTABLO

 

Es esencial que el caballo disponga de una cama seca y limpia, ya que los cascos se pueden dañar con el amoniaco de los deshechos equinos y la cama en descomposición.

 

Saca diariamente el estiércol del establo por la mañana y por la tarde, para no darle oportunidad a los microorganismos patógenos de enfermar a tu caballo. Cuando tu caballo se encuentre fuera del establo, aprovecha la ocasión para remover totalmente la cama, procura que las partes más profundas queden en la superficie y asegúrate que toda la cama se encuentre seca y ventilada.

Por lo menos una vez a la semana cambia una parte de la cama. Cepilla el comedero a conciencia por lo menos una vez a la semana para tirar todos los residuos de alimento que

Si tu caballo deja de comer es indicativo de alguna enfermedad, malestar o falla en la dentadura.

Limpia diariamente el bebedero, retira los restos de alimento y tierra que encuentres en él.

La herradura es esencial para proteger el casco del caballo, evitando el desgaste excesivo y el deterioro.